Detrás de cada logro de nuestros futbolistas Atlánticenses, sabemos que hay un apoyo incondicional; las palabras de aliento que más resuenan en los corazones y una compañía que, sin duda, podría denominarse como invaluable. La presencia de los padres y madres de familia de nuestro departamento, es importante en cada jornada, pero también lo que hacen fuera de cada cancha.
Por esto, quisimos generar un espacio de fraternidad, en el que le enviamos un mensaje contundente a cada uno de ellos, demostrándoles el gran impacto que tiene su compañía en la vida de cada niño. Pues ellos eran los encargados, de llevar a cabo las distintas premiaciones; poniendo las medallas a los campeones y subcampeones.
Las emociones no se hicieron esperar; los abrazos, las sonrisas e incluso las lágrimas; también fueron protagonistas en este momento tan emotivo. No importó el resultado, ni el color de la medalla, los jóvenes emocionados buscaban el rostro de sus padres y madres para poder celebrar con ellos este instante tan especial.